Sin tráfico, sin ruido, así se quiere mantener Quito hasta el próximo feriado.
En el cuarto día del feriado más largo del año, Quito ya se acostumbró a la tranquilidad de tener sus calles vacías, sin los zombies burócratas y mal humorados que con la mínima espera en un semáforo presionan el claxon del auto.
«Un temblorcito en Aloag, otro en Pomasqui, movemos el intercambiador de Carapungo y dejamos a todos los vacacionistas fuera de la ciudad» así explicó su plan la capital ecuatoriana.
Al preguntarle por los que ingresarían por el Aeropuerto o buscando rutas alternas dijo «Ya por último activo el Guagua Pichincha y que se vayan todos, ya mucho jodieron con su habitat y con tanto hueco que me hacen por el Metro»
(I/Fic.)