Sientan a Daniel Noboa en primera fila para que alcance a ver la ceremonia

Ciudad del Vaticano — En un conmovedor acto de diplomacia y consideración logística, el protocolo vaticano decidió ubicar al presidente ecuatoriano Daniel Noboa en la primera fila del funeral del papa Francisco, para garantizar que pudiera alcanzar a ver el acto sin necesidad de recurrir a un banquito, una escalera, o en su defecto, cargarlo en hombros.

Según confirmaron fuentes cercanas a la organización, tras una revisión preliminar del sitio, se determinó que Noboa, con su modesta estatura de 1,65 metros, corría el serio riesgo de ser eclipsado por dignatarios de talla “XXL”, como el rey Felipe VI de España. “Era primera fila o armar una tarima especial. Elegimos lo menos traumático para todos”, explicó un funcionario del Vaticano, entre risas diplomáticamente contenidas.

La prensa ecuatoriana, siempre dispuesta a encontrar gestas patrióticas hasta en los protocolos de sillas, celebró con entusiasmo el hecho, calificándolo como “un símbolo de respeto y liderazgo internacional”, olvidando mencionar que todo obedecía estrictamente al orden alfabético… y a la altura.

Mientras tanto, en Ecuador, Anabella Azín —madre de Danielito y reciente ganadora de una curul en la Asamblea Nacional— se prepara para presidir la sesión inaugural del Legislativo y, eventualmente, tener el honor de colocar la banda presidencial a su propio hijo si este gana las elecciones de 2025. Un momento que promete ser tan solemne como la entrega de diplomas en un acto de preescolar.

Testigos relataron que tras la ceremonia, Danielito pidió quedarse un rato más en su sillita especial, antes de ser llevado a comer algo y tomar una siesta merecida después de tanta política internacional.