En una serie de tuits publicados anoche, Bucaram asegura haber llegado a un acuerdo con Rafael Correa para reformar la Constitución. “Si Correa dice q quiere reelección indefinida, yo le digo q no sólo se puede gobernar desde Carondelet, sino desde cualquier parte del mundo”, fue uno de los tuits.
El acuerdo aseguraría el respaldo de toda la militancia del Partido RoldocistaEcuatoriano (PRE) a las reformas constitucionales que están trámite, sobre todo la que tiene que ver con la reelección indefinida. De su parte, Rafael Correa, mediante decreto ejecutivo, debe aumentar un nuevo artículo en la Constitución que permita al presidente gobernar desde cualquier parte del mundo a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
“Todo el Ecuador me sigue y respalda en Twitter y yo soy capaz de dirigir al país desde aquí”, porq en Carondetet todavía hay cucos”, fue otro tuit de Bucaram. Añadió: “No le tengo miedo a la reelección indefinida, vamos a ver a qué mal gobernante castiga el pueblo en las próximas elecciones”.
Este sería el segundo acuerdo político al que llegan Rafael Correa y Abdalá Bucaram. El primero habría sido en 2009 cuando acordaron que el PRE no pondría candidato para presidente con la condición de que Abdalá Bucaram regrese al país, según lo denunció Dalo Bucaram en 2012. Tras ese fallido acuerdo que aumento las diferencias entre Correa y Bucaram, que llegó incluso a los insultos, y que nunca se aclaró, nace esta nueva propuesta que podría sentar en el sillón presidencial nuevamente al “Loco que ama”.
Abdalá Bucaram vive asilado en Panamá y mantiene una fuerte y periódica presencia en Twitter con su estilo violento y chabacano de hacer política. Una sonrisa bajo el bigote hitleriano, un traje negro, una corbata vino y su eterna banda presidencial de Mi poder en la Constitución, son la imagen de su perfil en Twitter. Desde allí insulta a sus opositores, agradece a sus seguidores y recuerda los años que estuvo en el sillón presidencial como la mejor época del Ecuador. De esta manera logra continuar su posicionamiento en la política ecuatoriana y mantener en vilo su regreso a Ecuador.