El pasado jueves 5 de enero, en la reunión en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional. El organismo legislativo se dispuso a analizar el caso de corrupción de la empresa Odebrecht en territorio nacional. Esto debido a que en varios países se descubrió que la empresa ofrecía sobornos a funcionarios públicos por la licitación de obras públicas.
En la reunión que duró cerca de dos horas, el Fiscal General, Galo Chiriboga dijo: «¿Saben qué sabemos del caso Odebrecht?, ¿saben? Yo sí sé. Sé quién es el corruptor: es Odebrecht. Ya lo sabemos. Así es que hemos avanzado. Ya sabemos que ellos con los corruptores. Ahora nos toca investigar quiénes se beneficiaron de esa acción ilegítima de Odebrecht».
En pocas, el gran descubrimiento de Chiriboga fue el agua tibia, que no está mal para los descubrimientos que ha hecho Yachay con sus rábanos orgánicos o chiste de tu primo de 6 años, si este niño nos dijera «¿Saben quienes dicen pio pio, cuando tienen hambre, cuando tienen frío?. Yo sí sé. Son los pollitos», nos reiríamos y quedaría como una buena anécdota familiar. Pero el que se puso a hacer ese chistecito fue el Fiscal General del Estado y ante un tema muy grave y grande de corrupción.
Pero si lo pensamos bien, es lo mínimo que podemos esperar, en un gobierno que tapa sus fallas con ironía, diciendo que todo es culpa de la CIA y en donde nuestro próximo presidente podría ser el carismático Lenin Moreno que dijo «Estoy dedidado a la física cuántica, al humor, al estudio de la amabilidad… osea, cualquier cosa con tal de no trabajar». Está bien, para ser justos eso lo dijo en una de sus charlas motivacionales, en las que está bueno ponerle algo de humor, pero el verdadero chiste ahí, fue que cobró USD 10 000 por cada charla a varias instituciones del Estado durante el año 2013.