Ciudad del Vaticano — Una repentina desaparición de palomas en la Plaza San Pedro ha encendido las alarmas en el Vaticano, justo semanas después de la posesión del nuevo Papa peruano, León XIV, nacido Robert Prevost.
El fenómeno, inicialmente atribuido a cambios climáticos o fallas en la distribución eucarística de migas, ha tomado un giro inesperado tras declaraciones anónimas dentro de la curia que señalan “hábitos alimenticios inusuales” del nuevo Sumo Pontífice.
“Desde que llegó, no hemos visto ni una sola paloma. Antes uno no podía caminar sin esquivar tres o cuatro. Ahora, silencio total… ni una pluma”, comentó un monseñor italiano, mientras revisaba nerviosamente el cielo con binoculares.
Aunque el Vaticano no ha emitido una postura oficial, se filtró que la Guardia Suiza realizó una inspección rutinaria en la cocina papal, tras percibir “un aroma sospechosamente ahumado con toques de ají”.