Gobierno alerta sobre posible atentado contra Noboa; proveedor asegura que aún está a tiempo para cumplir con el susto

QUITO — En una muestra más del compromiso estatal con la planificación creativa del pánico, el Gobierno ecuatoriano emitió una alerta sobre un supuesto plan para atentar contra el presidente Daniel Noboa. La amenaza, como es tradición, no cuenta con pruebas, pero sí con un contrato multimillonario y mucha expectativa escénica.

El encargo fue asignado a Progen Industries LLC, empresa que se ha convertido en el Amazon Prime de las decepciones: promete entrega rápida, pero ni rastreo tiene. El contrato incluía un atentado cuidadosamente coreografiado para fracasar a último minuto y reforzar el mito del presidente invencible. Hasta ahora, lo único que ha fracasado es el propio atentado.

“No pedíamos mucho: una llamada sospechosa, un dron nervioso, un pasamontañas a destiempo”, confesó una fuente del Ministerio de Gobierno. “Pero Progen ni eso. Están en su esencia: no entregar nada, ni siquiera miedo”.

La empresa, fiel a su estilo, culpó del retraso a factores externos como una huelga de mercenarios en tránsito y congestión en las aduanas de Texas. “Estamos haciendo todo lo posible para que el atentado llegue a tiempo, aunque sin garantías de funcionalidad”, aseguró un portavoz. “Igual que los generadores”.

Frustrado con la inoperancia, el gabinete evalúa volver a un modelo que sí funcionó: la toma de TC Televisión del 9 de enero de 2024. “Aquello fue nacional, artesanal y, sobre todo, puntual”, recordó una asesora. “Esos tipos entraron, grabaron, actuaron y salieron. Un atentado hecho con cariño y eficiencia. Nada que ver con estos contratos gringos con cláusulas”.

Mientras tanto, la Contraloría ha iniciado una auditoría para verificar si los fondos del atentado simbólico fueron desviados a otros sustos ficticios. “Queremos ver si al menos compraron una bengala”, dijo un funcionario con cara de contribuyente estafado.

El presidente Noboa, por su parte, reiteró que está siendo blanco de “un sabotaje psicológico sostenido” y exigió que se respete su derecho a ser víctima de un atentado, aunque sea por marketing.

La nación permanece en vilo, a la espera de un atentado que quizás no ocurra, pero que sin duda será facturado.