Quito — En su primera decisión como presidenta de la Asamblea Nacional, Anabella Azín ha iniciado una reforma urgente: cambiarle la cara —literalmente— al Palacio Legislativo. Para ella el problema no son las leyes sin sentido, ni la falta de acuerdos. Son los cuadros de Guayasamín.
“Ya basta de ese sufrimiento andino colgado en las paredes”, declaró Azín mientras señalaba un retrato con ojos tristes y manos extendidas. “Esto parece más una galería del dolor que un Parlamento moderno. Queremos algo más limpio, más aspiracional… que invite a legislar sin conciencia culpa de clase”.
La nueva propuesta de ambientación estará “inspirada en el minimalismo escandinavo y la paleta cromática de ADN®”, es decir, morado corporativo con toques de amarillo McDonald’s, ideal para un país donde la meritocracia la puedes pedir en tu cajita feliz. Según fuentes del bloque oficialista, se eliminarán los murales históricos del maestro Oswaldo Guayasamín, considerados “demasiado intensos” para una época que busca proyectar paz, aunque sea solo en videos de TikTok.
“El Ecuador necesita serenidad, y serenidad también es no tener que mirar una cara sufriente mientras se aprueba una ley que elimina subsidios y se eliminan derechos laborales”, explicó una asesora legislativa, mientras mostraba renders del nuevo diseño: una sala con acabados en mármol falso, sillones ergonómicos en tono lavanda, y una instalación de luces cálidas para “bajar la carga emocional del espacio”.

Como símbolo de los nuevos tiempos y del estrecho vínculo con Estados Unidos, el pleno contará con un retrato oficial del presidente Donald J. Trump, colgado en la entrada junto al escudo nacional. “Es un referente global de empresario exitoso, orden y familia tradicional”, afirmó un vocero del bloque. “Además, con la relación que tenemos ahora, es casi como colgar la foto del gerente regional de nuestra corporación”.
Críticos han señalado que, más allá de la estética kitsch, lo que molesta de los cuadros es que recuerdan demasiado a una realidad que el oficialismo preferiría enmarcar con filtros corporativos. “Hay algo profundamente simbólico en querer reemplazar a Guayasamín por una pared vacía color lila: es como borrar el dolor con Photoshop”, escribió un periodista antes de que se fuera la luz en su redacción.
Mientras, en las redes oficiales de la presidencia se hizo una encuesta para reemplazará la histórica frase de Eloy Alfaro en el hemiciclo —“Todos menos dictadura”— por una más alineada con el nuevo espíritu institucional, como:
“Si trabajan como el gobierno, van a tener entrada, plato fuerte y postre” o “Adelante, Ecuador, adelante”.