La semana pasada refugios y organizaciones de defensa de animal denunciaron la muerte de 32 perros por envenenamiento en Quito.
Uno de los resultados preliminares de la investigación es que el veneno que acabó con la vida de los perritos fue preparado previamente. El veneno fue demasiado fuerte y por ello los primeros auxilios que recibieron los canes no fueron suficientes para evitar su muerte.
Al enterarse de lo sucedido, el famoso asesino y defensor de los animales, John Wick, anunció que buscará a los responsables de la muerte de los perritos.
La sanción actual para los causantes de las muertes es de 10 remuneraciones básicas unificadas y hasta 7 días de privación de libertad porque no es catalogado como un delito.
Ante las bajas sanciones que recibirían los asesinos de los perros de Quito, Wick dijo que no parará hasta vengar la muerte de los indefensos animales quienes habían tenido la oportunidad de tener una mejor vida en los refugios que los acogieron hasta que despreciables personas envenenaron la comida de tan nobles seres.
John también hizo un llamado a la sociedad (y esto es cierto) para que aporten con información veraz que permita dar con un responsable. Recordó que el colectivo NEY está ofreciendo una recompensa por ello.